Hola,mi nombre es Candela y vengo a revitalizar el oficio de modista.
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En 2019, con una prenda en las manos y la decepción en los ojos, comprendí que la lencería se había convertido en piezas frágiles, costuras torpes y belleza fugaz. Y me pregunté, ¿donde quedó el oficio?
No encontré respuestas. Así que decidí coserlas yo misma. -
Cada puntada fue un aprendizaje. Cada error, una lección. No tenía un
taller de alta costura, pero tenía algo más valioso: obsesión por
el detalle y respeto por el oficio.
Aprendí a moldear las telas para que abrazaran la piel, hacer que cada encaje
resistiera el paso del tiempo, crear lencería que no solo se ve bien, sino que sienta bien. -
En 2020, mis primeras piezas encontraron hogar.
En 2021, “La Belle Noiseusese” se convirtió en mi primer sello.
Pero aún faltaba algo.Hoy, con KANDELA KUSCICH, ya no solo coso lencería. Construyo piezas con alma, con historia y con la paciencia de quien sabe que lo bien hecho, lleva su tiempo.
Esto no es moda rápida. Esto es artesanía.